Apr 1, 2013

¡Lo que necesitamos es ESCRACHE!

La primera acepción del verbo escrachar es “romper, destruir, aplastar”, y la segunda “fotografiar a una persona”. De este se deriva el término “escrache”, referido al acoso físico directo a personas públicas con el objetivo de hacer cambiar su comportamiento, a modo de castigo (condicionamiento instrumental aversivo). En las últimas semanas en España ha salido a colación en los medios por el acoso de determinadas organizaciones a individuos, por ser el eslabón más débil y ejercer así más presión.

Con la misma legitimidad que un perro de una camada llora para mamar de la teta de su perra madre, haya bebido más o menos que el resto de sus hermanos, los adalides de usar verdades parciales para imponer a los demás la cobertura a su necesidad, en sus distintas encarnaciones, ahora redescubren el fenómeno del escrache. El problema, y motivo de este artículo, no es que tales grupos no tengan reivindicaciones válidas, sino que combinan su necesidad particular, incluso justa, con un conjunto de medidas a aplicar que suponen un riesgo o un agravio para el resto, i.e. usan una carga legítima como cuña, para meter después la carga contaminada, parcial e interesada.  Algunos ejemplos:


Asociaciones de hipotecados:
  • Motivos objetivos: tasaciones de inmuebles infladas, gente que no puede pagar y es desahuciada, suicidios, etc.
  • Reivindicaciones justas: compensar por la tasación inflada del inmueble, vivienda social de alquiler (incluso gratuito, para que nadie en situación extrema viva en la calle), apoyo psicológico.
  • Reivindicaciones maximalistas, injustas: dación en pago retroactiva para quien esté en paro. Aquí no se contempla que los hipotecados no representan a toda la sociedad, ni que establecer retroactivamente la dación en pago para hipotecados en paro es un agravio y una injusticia para el conjunto (fraude, que todos tengamos que apechugar con hipotecones de descerebrados, etc.), además de las repercusiones brutales en el sistema financiero y la injusticia e inseguridad jurídica que se deriva de cualquier legislación retroactiva.

Asociaciones de feministas:
  • Motivos objetivos: agravios por tener genitales de un tipo u otro.
  • Reivindicaciones justas: que los genitales de un individuo no supongan un motivo de agravio en el marco de derechos y obligaciones.
  • Reivindicaciones maximalistas, injustas: en lugar de confiar en que una vez establecido un marco igualitario con el tiempo la sociedad converja hacia la igualdad de facto en el día a día, introducen como exigencia la aplicación de mecanismos de “transformación social” para acelerar el proceso, aun cuando tales mecanismos suponen vulnerar la equiparación de individuos, siendo una aberración jurídica.

Asociaciones de nacionalistas/independentistas:
  • Motivos objetivos: protección a minorías.
  • Reivindicaciones justas: conservación de la lengua, tradiciones, etc.
  • Reivindicaciones maximalistas, injustas: proteger la lengua de una parte de la población a base de imponerla totalitariamente al resto, e.g. normalización lingüística obligatoria, prohibir rotular en una de las dos lenguas oficiales, señales de tráfico en sólo una de las lenguas oficiales, fiestas y actos de la administración en sólo una lengua oficial, establecer como “lengua propia” la hablada por una minoría, otrogando de facto derechos al territorio y no a las personas, etc.


Además de lo expuesto anteriormente, el justificar el acoso físico abre la puerta a que se aplique para cualquier reivindicación, pues cada cual tendrá su verdad y necesidad, susceptible de reivindicarse de la misma forma, sea o no justa respecto al conjunto. Por lo cual, todo lo del #escrache me parece una barbaridad, llevada a cabo por necios e inconscientes, con el populismo victimista como hilo conductor, empedrando el camino al infierno con las mejores intenciones, y pensando desde el ombligo del lobby de turno.


R. Gaab


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